La empresa estadounidense Soluna, es quien dirige este ambicioso proyecto en pleno terreno del Sahara Occidental, con una capacidad de 900 megavatios. La construcción de la planta está prevista sobre una superficie de 11.000 hectáreas. Junto al parque eólico está prevista la construcción un centro de datos destinado a la tecnología “blockchain”, en la que se basan las criptomonedas, o monedas digitales.
El parque cuenta con una financiación privada, que supone una inversión de 15.000 millones de dírhams (1.370 millones de euros), y que no cuenta con participación del gobierno marroquí hasta el momento. El proyecto se pondrá en marcha en cuanto se tengan todos los permisos, y se prevé una duración de 6 años.
El terreno se encuentra situado a 45 km al norte de la ciudad de Dahkla, en la región de Oued-Ed-Dahab, y cuenta con 100.000 habitantes. Este lugar, ha sido escogido debido la situación geográfica del enclave, en el extremo del desierto. Además de ser una zona escasamente poblada, y alejada de cualquier tipo de área turística o natural, y se encuentra próximo a una red eléctrica instalada recientemente. Pero, lo que hace realmente atractivo a este lugar, es un viento alisio de África Occidental, conocido como Harmattan, característicamente frío, seco y polvoriento, este viento sopla desde la parte sur del gran Sáhara hacia el golfo de Guinea, principalmente entre los meses de noviembre y marzo.
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